Faith no More y su impacto en la cultura chilena: ¿por qué están tan conectados con nuestro país?

 

Desde su primera visita en 1991, Faith no More ha sabido construir un lazo indestructible con Chile. Una banda de rock estadounidense que ha trascendido más allá de la música en nuestro país y que, liderada por Mike Patton, se ha transformado en todo un fenómeno cultural, dejando memorables presentaciones, llamativas declaraciones y varios momentos de culto.

El carismático vocalista supo encontrar en nuestro país una cercanía única e irrepetible, principalmente, gracias a la lealtad irrestricta de sus propios seguidores, aunque poniendo mucho de su parte para ser considerado una especie de chileno por gracia. Pero, ¿qué es lo que ha llevado a esta banda a ser considerada una de las que guarda mayor conexión con Chile?

La primera vez: su polémico show en el Festival de Viña del Mar

Sin conocer el verdadero motivo de su elección y en pleno verano de 1991, y a pocos días del punto final de la dictadura de Augusto Pinochet, Viña del Mar se alistaba para recibir al grupo de artistas musicales que iban a presentarse en el tradicional Festival Internacional de la Canción de la ‘Ciudad Jardín’, donde además de encontrarse Chayanne, José Luis Rodríguez y Juan Luis Guerra entre los números extranjeros, también estaba Faith No More.

La agrupación formada en California (Estados Unidos) en 1979 no había pisado nunca Chile, pero prometía acercar la música de Norteamérica a nuestro país, misma fórmula que realizó la organización en la edición pasada del Festival de Viña (1990) al invitar a la banda rockera Cheap Trick. No obstante, y pese a pertenecer al mismo género musical, estos grupos estaban lejos de tener algo en común.

Mientras el público nacional desconocía los sonidos que iban a tronar aquel martes 5 de febrero de 1991, los rockeros se frotaban las manos y, en masa, se agolparon en la Quinta Vergara, donde pudieron presenciar una de las noches más especiales y recordadas en la historia del certamen, junto al resto de los asistentes, quienes de seguro quedaron boquiabierto con la entrega de Faith no More en el escenario.

Antonio Vodanovic y Paulina Nin hicieron esperar a los fanáticos del rock hasta altas horas de la noche, aunque eso no les importó y no les impidió disfrutar de las locuras de Mike Patton (vestido de escolar) y compañía, en un show donde se arrojó cerveza al jurado internacional, se hizo mención de manera romántica a Myriam Hernández y se logró hacer bailar al legendario animador, quien también se llevó un beso en la mejilla y una nalgada del cantante.

El espectáculo salvaje propiciado arriba del escenario por la banda estadounidense se repitió en la segunda noche del festival, regalando una nueva dosis de locura, gritos, piruetas e irreverencia de Patton a los ‘chascones’ que disfrutaron desde la galería. Una satisfacción que no fue para nada transversal y que sólo pudo disfrutar un grupo minúsculo del público y de periodistas chilenos.

“Please no More”, “maratón para masoquistas” y “máxima agresión auditiva”, fueron algunas de las frases que usaron los críticos y periodistas de espectáculo de la época, como fue el caso de Ítalo Passalacqua, quien barrió con la banda en una columna en el diario La Segunda, donde los calificó con nota 1.

Columna de Ítalo Passalacqua
Columna de Ítalo Passalacqua | La Segunda

Si existían amantes de la música en nuestro país que no conocían a Faith no More, aquellas dos noches sirvieron para poner en el radar de los jóvenes chilenos a esta banda californiana, siendo el puntapié inicial de un vínculo que nació en 1991, en dos presentaciones que, en la época, fueron tachadas de salvajes, y que, a lo largo del tiempo, se transformó en un momento de culto del Festival de Viña del Mar.

Monster of Rock: el origen de Chile como ‘fetiche’ para Patton

El fanatismo por Bon Jovi, Axl Rose y los principales exponentes del ‘glam rock’ y la moda ochentera ya había pasado sus mejores años a principios de los 90′. A diferencia de otras partes de Sudamérica, como Brasil, Chile estaba lejos de ser considerado un país ‘rockero’ y, a la hora de planificar sus giras, las bandas más aclamadas de este género no solían pensar en el país como una parada obligada.

Inundados por la música pop y romántica, en 1995, los rockeros celebraron como un triunfo la confirmación de la segunda edición del Monster of Rock en el Teatro Caupolicán y su brutal parrilla conformada por Ozzy Osbourne, Alice Cooper, Megadeth y, llamativamente, por Faith no More. Otra vez el grupo californiano pisaba suelo nacional, en lo que sería una especia de revancha tras su criticado show en la Quinta Vergara.

Recorte de prensa sobre Faith no More en Monster of Rock
Foto | Recorte de prensa (1995)

A estas alturas, el fanatismo por Mike Patton y compañía había crecido aún más en nuestro país tras su anecdótico paso por Viña del Mar hace cuatro atrás. Un tiempo suficiente para que la banda estadounidense lanzara dos discos más que tuvieron éxito a nivel internacional; Angel Dust (1992) y King for a Day… Fool for a Lifetime (1995). Este último era el que se encontraban promocionando en el Monster of Rock.

Patton no lo sabía y quizás el público chileno tampoco, pero lo que sucedió aquella noche en el Teatro Caupolicán fue una repugnante muestra de la conexión del vocalista con los más de 6.000 asistentes, dejando una de las escenas más insólitas (y desmesuradas) de la música en nuestro país. Un momento de culto; la lluvia de ‘pollos’ (escupitajos). Las imágenes hablan por sí solas.

Una anécdota que el propio Patton ha rememorado a través de los años en la mayoría de sus presentaciones en Chile, donde calificó este momento como la “pollada”. Incluso, en entrevista con el conductor y crítico de cine de Via X, Gonzalo Frías, el bajista de la banda recordó esta surreal experiencia como una de las más intensas a lo largo de su carrera internacional. “Fue excepcional y los escupos hicieron lo suyo… Los pollos”, expresó Billy Gould.

Aunque cueste entenderlo, la lluvia de escupos que sufrió el ‘frontman’ en 1995 no significó un insulto para él, sino que todo lo contrario, vio en este momento una exacerbación de un rito más propio de los fanáticos del punk más acérrimos, pero que, de igual manera, lo sintió como una muestra de amor. Y no se equivocó.

“Gracias a ti, Don Corleone”

A pesar de lanzar el disco Album of the Year en 1998, los otros proyectos de los integrantes de la banda como Mr. Bungle en el caso de Patton y la participación del baterista Mike Bordin en Ozzy Osbourne y Black Sabbath, provocaron la ruptura de Faith no More el mismo año. Sin embargo, esto no era para siempre y, en 2009, anunciaron su regreso a los escenarios con Chile, esta vez, como parada obligatoria.

El Estadio Bicentenario de La Florida fue el escenario que volvió a unir a la banda estadounidense con el público chileno en un largo concierto de más de 100 minutos, donde Patton se puso una chupalla, cantó en español, interactuó con los asistentes y que fue retransmitido por Via X, al igual que ya había sucedido en el Monster of Rock.

Faith no More en La Florida (2009)
Captura | Faith no More

Mike Patton sentía este vínculo como ninguno y, luego de charlas con el escritor nacional Alberto Fuguet (amigo del vocalista y con quien suele reunirse cuando viene al país), entendía que la relación con Chile iba creciendo y que, de cierta manera, sabía cómo satisfacer este ‘patriotismo’ cultural. Una fuerte conexión que llevó a Faith no More a presentarse como número principal en el cierre de la Teletón en 2010 en el Estadio Nacional.

Como es costumbre en esta cruzada solidaria televisiva, el grupo de rock sólo tocó dos de sus canciones más populares (‘Ashes to Ashes’ y ‘Midlife Crisis’), dándose el lujo además de interpretar un breve extracto de una pieza de la icónica cantautora nacional Violeta Parra (‘Que he sacado con quererte’). Una presentación de culto, donde también Patton saludó al publico llamándoles “huevones” y se posó en las piernas de uno de los telefonistas.

Sin embargo, el punto cúlmine de este singular show fue al momento de que Mario Kreutzberger (Don Francisco) se subió al escenario para agradecer la visita de los estadounidenses, quienes tenían un concierto días después en Santiago, enfatizándole al vocalista que la banda tenía una relación muy estrecha con Chile.

“Es un país especial, ¿no? Muy importante para nosotros”, expresó Patton a los cuatro vientos y, al ser despedido del escenario por el legendario conductor, el cantante se inclinó, le besó la mano y le manifestó: “Gracias a ti, Don Corleone”, desatando las risas de Don Francisco, quien se tomó con humor este momento.

Persa Bío Bío, candidato a Rey Guachaca y REC

Cuesta imaginar una banda de rock internacional con tanto a Chile y no sólo de Patton, sino que también de los demás integrantes, como el caso de Billy Gould, quien también cedió entrevistas con Gonzalo Frías durante la pandemia y que, incluso, a ser parte del grupo chileno de hip-hop alternativo en algunos conciertos en vivo, Como Asesinar a Felipes, llegando a presentarse también en el Rock en Conce (REC) en 2018, festival completamente gratuito.

“Es algo que no puedo explicar, pero es una especie de magia de la cual me siento contento de formar parte y muy afortunado”, manifestó Patton en conversación con Frías en 2011, durante un capítulo del programa de Via X, Séptimo Vicio, al ser consultado por su cercana relación con el país.

Favorecido por el fanatismo del público nacional para traer en concierto dos de sus otros proyectos en 2013; Tomahawk y Mondo Cane, donde se convirtió en un chileno más y dejó imágenes para el recuerdo, sobre todo fuera de los escenarios, captándolo de paseo en el tradicional Persa Bío Bío, donde compró vinilos de bandas del país y aprovechó para cortarse el pelo en una de las peluquerías del sector.

Este tipo de anécdotas, además de sus menciones a Chile en medios extranjeros, llevaron a los fans de Patton a elevar su figura por sobre el rock y postularlo como ‘Rey Guachaca’ 2014, alcanzando a recolectar más de cinco mil firmas.

Si bien el galardón se lo quedó el creador de contenidos Koke Santa Ana en aquella edición, quedó demostrada la correspondencia entre nuestro país y el legendario artista, aunque su candidatura haya sido frenada por el propio Dióscoro Rojas, quien aseguró que en las bases estaba prohibido otorgarle este premio a un extranjero. ¿Cuál es el problema? Es que sus seguidores siempre lo van a considerar un chileno por gracia.

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