Nicole a 30 años de su golpe a la cátedra: «En la TV, no creen que la gente quiere ver música chilena»

 

Tras una temporada recorriendo el país, la cantante chilena Nicole culminará en Santiago su gira conmemorativa “Dame Luz Tour 30 Años”, donde rinde homenaje a uno de los discos más emblemáticos de su carrera: “Esperando Nada” (1994).

Con cinco músicos en escena y una seguidilla de colaboradores, la artista recorrerá en Movistar Arena, el próximo 10 de julio, íntegramente las 12 canciones del disco que a los 17 años de edad consolidó su carrera luego de televizadas incursiones musicales cuando apenas era una niña.

“Es un disco que marcó mucho mi inicio y mi decisión de seguir estudiando la música”, cuenta Nicole a BioBioChile ad portas del cierre de ciclo. “Tuve la oportunidad de cantar profesionalmente más chica, de los 12 a los 14 años más o menos, casi 15, pero estaba en el colegio, obviamente. En un momento le dije a mis papás que quería parar de tocar y dedicar ese tiempo en aprender a componer y juntarme con músicos. Empecé también a estudiar canto, me puse a estudiar en Projazz, y pude entender la estructura de la canción y hacer canciones”, recuerda.

El resultado de ese trabajo se tradujo en demos que conformarían su primer disco como solista profesional, el segundo tras el primigenio “Tal vez me estoy enamorando” (1989).

“Este disco me conectó con mucha gente. No sólo fue muy bonito porque gustó, sonaba en la radio y me permitió hacer una gira interminable de dos o tres años, sino que también me ayudó a tomar una decisión que hasta el día de hoy digo: me dedico a la música”, cuenta.

En 1994, con producción de Tito Dávila, mítico tecladista de Los Enanitos Verdes, el álbum se convirtió en un auténtico hit radial, y también en el vaticinio de una laureada carrera artística.

“Mundo perdido”, “Dame luz”, la homónima “Esperando nada”, “Sin gamulán”, “Territorios”, “Va a llover”, “Extraño ser”, “Sigo buscándote”, “Sólo el mar”, “Cuando yo me transforme”, “Tres pies al gato” y “Con este sol”, dieron forma a un álbum de pop genuino y analógico, de canciones con historias recordables y melodías pegadizas que delinearon el sello de Nicole.

“Yo este disco lo grabé en Madrid, y cuando llegué empezaron a grabar los otros músicos, entonces pude observar también cómo lo hacían. Ahí, antes de grabar la voz, supe que este disco iba a sonar increíble. Fue muy emocionante porque la calidad de sonido la vi de inmediato. Sabía que iba a ser un disco que iba a quedar en el tiempo”, recuerda.

El álbum, a su vez, contó con célebres reversiones de canciones de Miguel Zavaleta (“Extraño ser”), Andrés Calamaro (el cover de Los Abuelos de La Nada, “Sin gamulán”) y Litto Nebbia. De este último, Nicole interpretó “Cuando yo me transforme”.

“Charlie García decía que Litto Nebbia era el real padre del rock, imagínate. Cuando la escuché, dije, wow, qué increíble hablar así desde el amor. Siempre es un desafío escribir una canción de amor que no caiga en lugares comunes, y esta canción habla también del amor propio, de crecer, de florecer, de transformarse por uno mismo. Entonces este disco tiene mucho también de escuchar grandes compositores y honrarlos de alguna manera”, reflexiona.

Nicole y la cultura en TV abierta: “Espero que se muestre más lo que pasa en la escena musical chilena”

(P): ¿Hubo alguna canción de “Esperando nada” que te sorprende que sea coreada a pesar de no ser un sencillo radial?

(R): Sí. “Sigo buscándote”. La gente la canta y no la toco mucho. La fui dejando porque claro, de este disco hay varias (más populares), y le voy dejando espacio a los otros discos también. “Sigo buscándote”, “Mundo perdido” y “Sólo el mar” la han cantado mucho en la gira.

(P): ¿A qué atribuyes el sonido tan particular de este disco? Es un álbum donde los instrumentos y los músicos que los ejecutan tienen un rol primordial.

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(R): Es un disco que suena increíble porque uno lo escucha, tiene 30 años y yo lo pongo acá con distintas cosas en los audífonos, y suena súper bien. Tuve la oportunidad, siempre he tenido la oportunidad, de grabar discos en estudios muy buenos, y también en esa época las mesas análogas le daban ese toque. Las canciones se hicieron en la guitarra o en el piano, y Tito Dávila (productor) comprendió que esta era la energía. Yo quería que se notara que había una banda tocando el disco.

(P): “Esperando nada” responde a un momento específico de la música chilena donde los grandes sellos apoyaron a incipientes bandas nacionales. Discos emblemáticos de Los Tres, Los Tetas, Chancho en Piedra, Lucybell, Joe Vasconcellos, entre otros, responden a este periodo. ¿Crees que vuelva a ocurrir algo así en la música chilena?

(R): La industria igual tuvo su proceso. Los que vivimos la industria antes y los que seguimos trabajando en esta nueva industria, vimos todo el proceso y los sellos han cambiado. Ahora están más grandes, de hecho. Hubo un tiempo en el 2000, cuando yo me fui a México, que quería que me contratara BMG México, porque nunca había podido ir a México y decidí partir a abrirme camino, con la esperanza de que me hicieran el traspaso. Y justo en ese tiempo, en el 2000, estaba Napster a full, y en México siempre la piratería ha sido de años, y claro, estaban despidiendo a músicos. Entonces, no pude hacer ese cambio que quería. La industria estaba cambiando… Hay otras formas ahora. Antes era más estructurado, pero no todos tenían esa posibilidad. Ahora el que es talentoso y quiere trabajar, lo puede lograr más fácil, yo creo, dar a conocer su música, pero sostener eso es lo complejo.

(P): Después de ver imágenes del velorio de Tommy Rey, y de las reacciones masivas del gran público hacia artistas como Los Bunkers, Kidd Voodoo, Cris MJ y Los Tres, recientemente, por ejemplo, da la sensación que la música chilena no está proporcionalmente representada en plataformas como la TV abierta, donde cuesta que hayan espacios culturales. ¿Cómo ves esta situación?

(R): Por supuesto, o sea, la televisión abierta sigue siendo el medio más visto por la gente, a pesar de que uno pudiera pensar lo contrario. Yo hago un programa en el 13C, ‘Factor de cambio’, que es muy bacán porque es como de emprendimientos de distinto tipo, y en el lanzamiento me remarcaban que la televisión abierta sigue siendo lo que masivamente ve la gente en Chile.

Yo igual he tratado de conversar, de decir: que vuelva la música a la televisión. Yo estuve en ‘The Voice’ y en ‘Mi nombre es’, que son programas que sí le dieron una oportunidad muy importante a gente que hoy, como Cami, es una profesional, o Luis Pedraza, pero falta. Falta algo como lo que hacíamos nosotros en ‘Martes 13’, por ejemplo, o esos programas de conversación donde uno iba a tocar y se mostraba la escena musical chilena. Yo todavía no entiendo por qué la gente de televisión no entiende o no cree que la música la quiere ver mucha gente.

Nicole a 30 años de su golpe a la cátedra: "En la TV, no creen que la gente quiere ver música chilena"
Cedida

(P): ¿Cuál es el principal impedimento?

(R): Ahora yo siento que hay una esperanza, ojalá. Pero pero cuando llegué, por ejemplo, el 2006, presenté un programa así tipo Jools Holland, con la Vero Calabi, y no, no llegó a ningún puerto. Me decían: “Oh, es que la música de repente no atrae mucho rating”. Y ahí la gente empezó a hacer otros programas, productoras externas, atraer auspiciadores con programas de viajes, muy bacanes y todo, y como que se abrió ese mundo para allá. Yo espero que se muestre más lo que pasa en la escena musical chilena.

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