Qué es una trombosis y cuáles son sus síntomas: cómo detectarla y en qué se diferencia de una embolia

 

Recientemente, se supo que Miguel “Negro” Piñera tuvo un paro cardiorrespiratorio que lo mantiene internado en una clínica, provocado posiblemente por una trombosis, ¿pero sabes qué es esta condición, cuáles son sus síntomas y riesgos, o cómo se previene?

Hay que recordar que el hermano del expresidente Sebastián Piñera confirmó hace un tiempo que padece leucemia, un tipo de cáncer a la sangre, justamente una de las causas que pueden llevar padecer esta enfermedad que se genera en el sistema sanguíneo.

¿Qué es una trombosis?

Para entender lo que es una trombosis, primero debes recordar que la sangre se distribuye por las arterias del corazón a todo el cuerpo, para luego regresar a través de las venas, pasando antes a los pulmones para oxigenarse y repetir el circuito.

Pero en ocasiones, como explican en la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), la sangre se coagula en el interior de una vena, lo que dificulta su retorno al corazón, tanto que la sangre se acumula. Esto sucede con más frecuencia en las piernas o brazos, que se hinchan y duelen.

En el caso anterior se conoce como una trombosis venosa, pero si los coágulos se forman en la vena profunda, se denomina trombosis venosa profunda o más comúnmente llamado por los especialistas TVP.

¿En qué se diferencia una trombosis de una embolia?

Acorde a MayoClinic, la trombosis (un coágulo tapando la circulación) no debe confundirse con una embolia, que sucede si el coágulo de sangre se desprende del vaso y viaja hasta otras zonas u órganos del cuerpo, generando ahí un “tapón”. Así, puede haber embolias pulmonares o cerebrales.

¿Por qué se producen?

Aunque la trombosis es un problema que afecta a personas de todas las edades, razas, hombres y mujeres, existen unos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir esta enfermedad, como permanecer hospitalizado durante un período de tiempo prolongado. Según las cifras, un 66% de los trombos se producen durante la hospitalización o en los primeros 90 días tras el alta.

También existen datos que demuestran que suelen aparecen después de una cirugía mayor ortopédica, abdominal o relacionada con el cáncer, o tras recibir quimioterapia.

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Otros factores de riesgo son mantenerse quieto durante varias horas, viajes largos, alteraciones genéticas que favorecen la coagulación de la sangre, ser mayor de 60 años de edad o recibir tratamientos hormonales a base de estrógenos, anticonceptivos orales o terapia de reemplazo hormonal.

De igual manera, hay otros factores que aumentan el riesgo, como el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo y el embarazo.

¿Cuáles son los síntomas de una trombosis?

Entre las principales señales se encuentran:

  • Dolor en la pantorrilla.
  • Inflamación del pie, el tobillo o la pierna.
  • Enrojecimiento y calor de la extremidad.
  • Dolor o sensibilidad al tacto, especialmente al caminar o mover la extremidad.
  • Cambio de coloración en la piel, con enrojecimiento o aspecto azulado.
  • Sensación de calor en la zona afectada.

Como se dijo, una trombosis puede derivar en una embolia, por lo que también debes estar atento a estos síntomas:

  • Dificultad respiratoria con respiración rápida
  • Dolor en el tórax
  • Expectoración sanguinolenta
  • Hemoptisis
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Taquicardia.
  • Debilidad o parálisis de la cara.
  • Dificultad al hablar.

¿Cómo se detecta una trombosis?

El diagnóstico de la trombosis se realiza a través de distintos exámenes médicos. Entre las pruebas más comunes se encuentran el ultrasonido Doppler, el análisis de dímero D, y la angiografía, un estudio más detallado para examinar el estado de los vasos sanguíneos.

Los especialistas también pueden solicitar resonancias magnéticas o tomografías computarizadas en casos más complejos, especialmente si hay sospecha de una embolia.

¿Cómo se pueden prevenir?

Existen ciertos métodos que pueden servir para su prevención y tratamiento basados principalmente en ejercicios físicos como la movilización de extremidades, además de tratamientos farmacológicos y ciertos accesorios como medias elásticas o de compresión.

De acuerdo al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, se recomiendan las siguientes acciones para prevenir sufrir una trombosis o embolia:

  • Mantenerse activo.
  • Evitar periodos prolongados de inactividad.
  • Hidratarse para mejorar la circulación sanguínea.
  • No fumar
  • Reducir el consumo de alcohol.
  • Controlar enfermedades como la hipertensión y la diabetes.
  • Usar medias de compresión en casos de riesgo elevado.

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