La obra se basa en observación de la vida diaria en el penal del Buen Pastor: dirige César Avendaño, con actuación de Solange Lackington.
Por Leopoldo Pulgar Ibarra
La cuarta versión de Íconos del Teatro. Homenaje al Legado de las Artes Escénicas Nacionales es definido como un proyecto significativo por la dirección de la carrera de Teatro del Instituto Profesional AIEP.
Esta vez, junto con destacar el trabajo escénico de Solange Lackington, la propuesta teatral tuvo como referencia a Nelly León, monja capellana del penal de mujeres, más conocido como del Buen Pastor. En la bienvenida al Papa Francisco (16 enero 2018) dijo que “en Chile se encarcela la pobreza”.
Al inicio, la obra se centraría “en una mujer privada de libertad y reinsertada en la sociedad”, y en esa búsqueda “nos encontramos con la historia de la monja Nelly León: ella es reconocida por su trabajo en la reinserción social de las presas”, dice el director de Re-escritas César Avendaño, director de la obra y Jefe de la Carrera de Teatro de la AIEP.
A primera vista
¿Cuál fue tu percepción de Nelly en el primer encuentro?
“Que es una mujer fuerte, con mucha decisión y caridad en el trato con las personas y en el trabajo entre religioso y cotidiano que realiza en la cárcel. Me resultó un personaje muy atractivo.
“Es la monja de las presas, aquella que frente al Papa Francisco señaló con fuerza en su discurso de bienvenida que ´en Chile se encarcela la pobreza’. No fue fácil conseguir su apoyo. Después de una decena de encuentros y conversaciones dijo que sí”.
¿A qué atribuyes su reticencia?
“Temía que la obra se convirtiera en una sátira a la Iglesia. Yo soy creyente, aunque tengo discrepancias con la iglesia institucional. Ella se decidió cuando, durante uno de los encuentros, casualmente, supo que mi mamá era la directora del Colegio María Auxiliadora de Los Andes, con quien trabajaba en temas similares”.

Mirar y sentir
¿Cuáles son los aspectos más relevantes del método de investigación en la cárcel?
“El procedimiento de trabajo se basó cien por ciento en la observación de la realidad, en lo que podíamos ver y sentir durante nuestras visitas al penal. No en entrevistas. Actores y actrices debían vivir esa experiencia con todos sus sentidos.
“Las visitas habituales a la cárcel fueron para conocer el mundo de Nelly. Queríamos saber cómo es su diario vivir, la forma cómo se relaciona en el cotidiano con la gente. Vimos a una persona que conoce y habla de la realidad de las presas e intenta hacer algo para mejorar sus condiciones.
“Las apoya en sus necesidades diarias, en contención y reinserción laboral; creó la fundación Mujer Levántate que lucha por la dignidad de las mujeres y una casa de acogida cuando salen de la cárcel”.
¿Alguna situación-actividad especialmente interesante?
“Junto a más de cien personas, asistimos a una misa en el llamado Espacio Mandela: fue un evento importante en función de nuestros objetivos. Todo lo que vimos y sentimos sirvió para escribir los relatos de la obra.
“Mandela es un espacio de libertad en el encierro que viven las presas: las internas postulan para participar en las actividades que se realizan. Allí está también la capilla. Pero no se les obliga a ser católica, como ocurre en el patio de los evangélicos”.
¿Por qué la misa llamó tanto la atención?
“Por la tranquilidad especial que se advertía en una ceremonia, dedicada a una reclusa que se había suicidado, y al fallecimiento de la mamá de otra interna. Fue muy emotiva: cantos, música y una tremenda intensidad colectiva que incluía al sacerdote que oficiaba.
“En la misa encontramos la dramaturgia de la obra, en las canciones, en los dolores de las mujeres, todo tenía una fuerza que no habíamos visto. Luego, tuvimos una reunión con las presas voluntarias que ayudan a la monja, la encargada de las proyecciones audiovisuales, de los instrumentos”.

Tres miradas
El dramaturgo Juan Pablo Troncoso no visitó el penal…
“No quiso asistir a la cárcel como observador para no involucrar su visión en el relato ni contaminar con su subjetividad los informes que entregamos quienes sí estuvimos allí.
“Cada una de las experiencias personales de observación realizada por el elenco, que incluye también el perfil emotivo, las estregamos por escrito a Juan Pablo. El escribió la obra a partir de esas percepciones”.
¿Al final predomina lo documental?
“No. La obra es un híbrido que contempla lo biográfico, lo documental y la autoficción que imagina el dramaturgo. Mostramos en formato documental a la Nelly cuando habló con el fallecido Papa Francisco, a quien las internas le escribieron una canción cuando las visitó.
“El trabajo de Nelly y lo que vive ella en la cárcel lo entregamos al público, a partir de lo que el elenco vio. En especial, cómo se esfuerza en convertir el Espacio Mandela en un lugar con dignidad.
“A su vez, el elenco interpreta otros diversos personajes: gendarmes, actrices, actores, tramoya; Solange caracteriza a la monja que también aporta su perfil biográfico”.
La pobreza es parte del paisaje de los penales…
“Sí, pero no la exacerbamos. La obra se aleja del perfil naturalista ya que sería muy difícil representar la pobreza: nuestro objetivo es mostrar a Nelly en movimiento y cómo logra humanizar un ambiente humano precario”.

Re-escritas
Dramaturgia: Juan Pablo Troncoso
Dirección: César Avendaño
Elenco: Solange Lackington. Stephany Yissi, Arantza Sánchez, Millaray Llanos, Jorge Díaz
Diseño integral: Daniela Portillo
Diseño sonoro: Raimundo Stevenson
Asistencia de dirección: Andrés Escobar
Prensa: Claudia Palominos
Centro Penitenciario San Joaquín.
Miércoles 14 de mayo. 12:00 horas.
Función cerrada población penitenciaria
Teatro Municipal de San Felipe
Viernes 16 de mayo, 18:45 horas
Inscripción: https://forms.office.com/r/q19ERPycRv
Teatro Regional Lucho Gatica de Rancagua
Jueves 31 julio. 19:00 horas.
Gratis, previa inscripción.