Por estos días, la serie argentina “El Eternauta” destaca como uno de los títulos más vistos de Netflix, plataforma de streaming que desde la década pasada trabaja en la adaptación de la célebre historieta del autor trasandino Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López.
Con seis episodios ya disponibles en streaming, la primera temporada ha sido objeto de conversación no sólo en Argentina, sino en diversas latitudes del mundo. En aquellos visionados, un detalle alrededor de las Islas Malvinas llamó la atención de los espectadores al otro lado del Atlántico.
En los subtítulos originales de la serie, los diálogos referidos a Malvinas fueron traducidos literalmente, privilegiando así el concepto “Malvinas” en vez de “Falklands” (nombre con que el territorio fue inscrito por el Reino Unido). La decisión, no fue al azar, y tampoco política.
Daiana Estefanía Díaz, traductora a cargo de los subtítulos en inglés de “El Eternauta”, explicó las razones de su postura. “Era la única opción viable, no tuve la menor duda”, señaló en su perfil en Linkedin.
Para Díaz, cuyo trabajo sirvió de referencia en la traducción de la serie a otros idiomas, se trató de una decisión meramente lógica. A su juicio, un concepto tan arraigado a la cultura argentina, pronunciado por un trasandino, no podía ser modificado sin que ello repercutiera en el trasfondo de los parlamentos.
Traductora de “El Eternauta”: “No se trata de caprichos personales ni de intransigencias”
“Apenas empecé a trabajar en la traducción al inglés de la serie El Eternauta y vi que Juan Salvo era excombatiente de Malvinas, decidí que iba a traducir ‘islas Malvinas’ como ‘Malvinas Islands’, y no como ‘Falklands’. Era la única opción viable, no tuve la menor duda. No sólo porque jamás se me ocurriría usar en ese contexto y en una producción argentina un nombre que no sea Malvinas, sino además porque sé que ningún argentino, sea real o ficcional, las llamaría de otro modo”, detalló.
“Cuento este detalle y pienso que tal vez puede resultar algo obvio, pero no podemos dar las cosas por sentado ni dejar nada librado al azar, en especial cuando se trata de un proyecto de alcance mundial que se difunde en una plataforma tan conocida. Es así que como traductora que además ofició de enciclopedia argenta para los otros traductores de este proyecto, sugerí que en los subtítulos de todos los idiomas se usara el nombre Malvinas, independientemente de si en esos países llaman así a nuestras islas o no”, añadió.
Más adelante, continuó: “Una cosa fue dejar notas a traductores y revisores de casi treinta idiomas sobre cómo se juega al truco, y por qué hay que mostrar los tantos del envido antes de poner las cartas de nuevo en el mazo (…). Pero lo de las Malvinas era una cuestión mucho más profunda. Les conté que allá también nevó en 1952, que ese avión del ejército peruano no aparece por casualidad, que cuando dicen ‘las islas’ hablan de esas dos y muchísimas cosas más”.
“Es un tema sensible y muy presente que nos atraviesa en el ámbito político, histórico, cultural y social. Nos asienta en un lado de la historia del que no nos vamos a mover”, puntualiza. “Por suerte la humilde sugerencia se transformó en realidad y es por eso que si activan los subtítulos o los doblajes de checo, italiano, danés, japonés, etc., verán que en todas y cada una de las traducciones usaron el nombre Malvinas”, dijo.
“No se trata de caprichos personales ni de intransigencias, sino de buscar transmitir de manera fiel, auténtica y profesional la esencia y la idiosincrasia de estos personajes en el contexto de la obra y nuestro país más allá de las fronteras idiomáticas”, añadió.